Propuesta: Customización de un cuento
Estructura de la customización del cuento de "Los tres cerditos" realizada a cuatro manos por Bárbara Monfort Colom y Rosa Cabedo Gallén.
Versión de Rosa Cabedo a partir de la estructura a cuatro manos.
Voy camino de la oficina, pero no es un día cualquiera. Ayer a última hora recibí del Departamento de Proyectos el informe mensual y el proyecto estrella va acumulando demoras a las que no encuentro explicación alguna. No podemos permitirnos entregarlo fuera de plazo, pues cada día de retraso nos representa 5K euros de penalización.
En cuanto entro en mi despacho cierro una reunión con cada uno de mis tres responsables de área. Mi estilo de liderazgo es el divide y vencerás. Nunca me defrauda. Busco tres versiones de un mismo proyecto. Al fin y al cabo, mi objetivo a cumplir es la entrega del proyecto antes de la fecha fijada. Lo demás carece de importancia.
Tras analizar más en detalle el último cuadro de mando, mi prioridad máxima es averiguar qué ocurre realmente con este proyecto que puede poner en jaque el margen de ganancia y posicionarnos en un escenario de riesgo cara al año que viene.
El primero con el que me entrevisto es con Clown. Me consta que es mediocre en su trabajo, pero tiene dos habilidades fundamentales, imprescindibles en mi día a día. Me hace reír y me conoce muy bien. Después de una mala noticia es reconfortante saber que, por lo menos, una persona en la oficina es capaz de levantarme el ánimo. Me consta que no será él quien saque el proyecto adelante, pero le necesito para mantener mi motivación y afianzar mi propio liderazgo.
Otra habilidad que valoro mucho es la imaginacion, y Clown la tiene a raudales. Es el mejor a la hora de crear sobre la marcha una historia -que en ocasiones puede llegar a ser factible- para justificar su retraso en la consecución de las metas de los proyectos que tiene asignados. Me consta que se desentiende de su equipo, que cada uno de ellos hace lo que puede ante la ausencia de un responsable, de un líder que les marque las pautas a seguir. Sin embargo, todos lo olvidan y se rinden a sus encantos en la reunión informal de los viernes a mediodía. Indiscutiblemente, Clown es el rey del terraceo. Siempre me paso un momento a saludar, ya que es en esas situaciones informales donde despliega su red de seducción sobre el personal a su cargo... y sobre mí.
Mi segunda entrevista es con Addict. Si afirmase que le conozco un poco superficialmente, mentiría. Sigue siendo una incógnita para mí. Es el primero en llegar a la oficina y el último en abandonarla. No tiene picos en los que su productividad disminuya, ya que a lo largo de su jornada laboral tan sólo abandona su despacho a la hora de la comida. Realmente, su propio equipo le molesta y asume sus funciones, ya que... ¡quién las va a desarrollar mejor que él mismo!
Su equipo lo tiene claro: se autogestionan por dos motivos. El primero de ellos es el poder justificar su pertenencia a la empresa y el segundo, el más preocupante, requiere de un gran esfuerzo realizado en unas condiciones de motivación más bien deficientes. Si Addict tiene alguna duda de cualquier naturaleza, exige una respuesta inmediata de cualquier miembro de su equipo. Eso les obliga a realizar labores en segundo plano que nunca verán la luz y, por lo tanto, nunca tendrán reconocimiento alguno.
Soy plenamente consciente de la forma de proceder de Addict, pero el objetivo final es sacar el proyecto adelante. Nunca entro en cómo gestionan los responsables de área a sus equipos. Allá cada uno. Tan sólo importan los resultados, y Addict me ha asegurado la entrega sin demora con una probabilidad prácticamente del 100%.
Finalmente, la última de las reuniones es con Kit. Me aburre y me estresa por partes iguales. No necesito que nadie me comunique de nuevo lo que ya sé, tan sólo me interesa que me notifiquen que el proyecto se va a entregar respetando los tiempos establecidos. No quiero saber nada de las medidas intermedias extras tomadas, ni de los recursos adicionales tanto económicos como humanos requeridos.
El equipo de Kit se reúne a primera hora de la mañana donde se concreta el trabajo del día. El lema que cumplen todos sin excepción es que las reuniones no duran más de 15 minutos. Adicionalmente, si varios miembros consideran oportuno reunirse para un tema que les concierne únicamente a ellos, tienen autonomía para acordar encuentros formales o informales, según convenga.
Kit espera tener avanzado el proyecto. Sin embargo, no puede asegurarme con rotundidad su finalización para la fecha prevista. El motivo se debe al calendario laboral, concretamente dos festividades locales en las que la empresa permanecerá cerrada. Así pues, no puedo esperar nada de Kit y se lo hago saber. No soporto la falta de compromiso.
Necesito a mi alrededor personas que me sumen en seguridad, no que lo hagan en incertidumbre. Lo importante es realizar la entrega, los últimos flecos pueden finalizarse en los días siguientes. Kit aspira a entregar el proyecto ya concluido, mientras que lo que se requiere es hacerlo antes de la fecha límite.
Suena mi móvil. Comida con el director general en media hora. Va a ser un buen día ya que le puedo confirmar que el proyecto se va a entregar en plazo. Mi bonus ya lo tengo asegurado. Al fin y al cabo, eso es lo que verdaderamente me importa. Cómo se recorre el camino me es completamente indiferente, tan sólo es relevante cumplir en tiempo. Después ya se le podrá dar forma..., si procede.
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